Una tarde triste en el cine Venus (final)
Así, estando penetrada y dominada por esas manos fuertes que abrían los cachetes de mis nalgas para quedar a merced de todo macho que quisiera cogerme, me sentía extasiada, llena y completamente mujer...
¿Te gusta putita? Me decía mi macho mirando mi carita llena de lujuria y placer, una mezcla de dol...