Mañaneo (parte II): Mis medias
—¡Mañaneo, me debes unas medias!
Dije queriendo aparentar enfado, mientras miraba la comida del horno, era media noche y él había llegado a las 21:30 de trabajar.
Al salir de la cocina fui recogiendo nuestras chaquetas, su camiseta, mis botas de caña alta (Sus favoritas), botines, calcetines y...