Relatos publicados por Paobymaxi (11)

Me guardo esta experiencia como una de las más atrevidas y morbosas de las que puedo tener. Me llamo Paula, estoy transitando mis cuatro décadas y esta última es la que más cargada de sexo logre vivir y disfrutar.

Hoy quiero narrar mi experiencia anal con Gonzalo. Él es amigo de mi hermano preferido, tiene 28 años, es alto, medio flacucho para mi gusto y con una personalidad que no ofrece mucho. Nunca lo miré con ojos de puta, me parecía insulso, hasta hace un par de semanas.

El pasado domingo salí a cenar con mis amigas y no pensaba volver hasta la madrugada ya que después de cenar teníamos previsto ir a un bar, a tomar algunas cervezas. Lo cierto es que por distintos motivos cada una se fue yendo antes de lo previsto y yo, no tenía ganas de quedarme sola en ese lugar.

Como ya saben, para uno de mis cumpleaños, mi esposo preparó como regalo sorpresa un encuentro con mi ex, en el que tuvimos sexo los tres, diría que fue un gran trío.

No es un relato más, ni una aventura con algún hombre de los que suelo llevar a mi casa ni de los que mi esposo invita a nuestra cama. Es mi hermano el problema más hermoso en el que me metí.

Hola, mi nombre Paula, tengo 40 años, no voy a decir que tengo un cuerpo fabuloso, pero tengo una figura definida gracias a mis entrenamientos con pesas. Diría que buenas piernas y una cola que no pasa desapercibida en la calle.

El verano es la estación del año donde ando más caliente, y este verano fue uno en los que más ganas de tener sexo tuve. Es así que estando en una reunión familiar, un domingo después de almorzar en familia, nos fuimos a la pileta que mi tío tiene en una casa quinta, ese día andaba con las hormonas

Alfredo es un hombre de más de 60 años, pero que a pesar de su edad aún conserva un estado físico impresionante, producto de su vida como deportista. Solía pasar una vez por mes por nuestra casa a cobrar la cuota del club del cual somos socios con mi marido

Soledad es mi amiga desde hace muchos años, pero primero fue mi cuñada, era la mujer de mi hermano mayor. Con ella siempre tuvimos cierta afinidad de mujer a mujer, nos contamos todo y nunca nos dio pudor cambiarnos la ropa o quedar en tanguitas una delante de la otra, nunca la mire con morbo ni

El día de mi cumpleaños me tocó trabajar como de costumbre, día laboral normal. Ese día salía cerca de la 22 h y solo esperaba llegar a mi casa y descansar, al otro día no había compromiso laboral ya que era domingo

Esta historia es real, tan real que nos podría condenar al infierno. Pero ya dicen que con el demonio correcto el infierno es el paraíso