Tengo varias semanas comiéndome a mi suegra, todo empezó el diciembre del año pasado, mi suegra me pidió que le ayudara a mover unos muebles y poner luces navideñas en la fachada de la casa
Recorrí con mis ojos su rostro, sus pequeños senos afilados, su cintura. Una de sus piernas estaba separada por lo que entre ambas formaban un 4 dejando ver una tanga que apenas cubría la línea de su vagina cerrada
Sucedió que yo viajaba por trabajo y tenía que estar fuera de casa por meses, así que mi relación de pareja se distanciaba físicamente y a pesar de tener muchas pláticas, no llegábamos a un método para poder tener una sexualidad plena, más allá de videollamadas o mensajes cachondos
Quiero empezar mi relato diciendo que lo disfruté más que nada. Soy Deivis, vivo en unión libre hace 18 años con mi esposa Ludys, me gusta lo liberal, ella un poco recatada tímida hasta que no aguantó más. Ludys mujer morena, delgada de senos redondos parados, picos duros al excitarse, poca cola
Cómo les había comentado en relato anterior, ya habíamos entrado en el mundo del cuckold, y mi esposa tenía su amante de planta, ella comenzó a trabajar en la noches con un grupo de conductores de servicio nocturno para empresas que laboraban a altas horas de la noche
Y así fue, fuimos a su apartamento, antes de ingresar de prender el carro comenzamos a besarnos en el carro, y ella me tomó mi mano izquierda y se la llevó a su vagina, oh sorpresa estaba supremamente mojada, no me esperaba que estuviera así y ella me dijo “mira cómo me tenés”.
Ahora sí me dejaba verla y se restregaba mi pito por su cara y me decía una serie de cosas sucias que a la fecha es lo que me sigue excitando. Pasaba mi pene por su boca como si fuera un labial, luego restregaba mi verga por toda su cara; el maquillaje ya se la había corrido y
Ya teníamos mi novia y yo actividad sexual activa, y comencé sentir excitación de compartir a mi novia con otro hombre, verla coger, y poco a poco le fui platicando de mis fantasías y hacíamos de cuenta que lo hacía con 2 a la vez y lograba tener orgasmos fuertes
El mejor remedio fue ponerme los cuernos, fue una experiencia maravillosa, como un chavo llamado Santiago remedió la inseguridad de mi esposa y me regaló los mejores cuernos de la vida, una cogida extraordinaria digna de contar
Llevo casada cinco años. Conocí a mi marido en la Universidad, David, mi marido, estudiaba Ingeniería en Sistemas mientras yo estudiaba Gastronomía. Nos graduamos y al año siguiente nos casamos. Somos muy felices, no me hace falta nada, ni siquiera en la cama, pero no pude ni quise desaprovechar
Podía sentir la verga de mi amigo rozando la mía adentro de mi esposa, ella se retorcía de placer y gritaba, se movía y brincaba para que le entraran por completo las dos vergas
Un ruido activa mis alarmas. Quizás es mi imaginación, quizás algún animal buscando su sustento nocturno, aunque lo más probable es que sean los nervios, fruto de mi insensato proceder. Intento vislumbrar algún movimiento sospechoso a través de la negrura de la noche. No se distingue nada. La
Me miró y volteó los ojos. Se quitó el vestido y descubrió su bello y bronceado cuerpo. Llevaba una tanguita negra que yo le había regalado. Arriba no llevaba nada. Mi jefe la empujó bruscamente sobre la cama, tomó su tanga y la jaló duro desgarrándola.
Varias veces platiqué con mi esposa sobre hacer un trío, y ver como se la follan, pero solo lo decíamos para excitarnos, al final sabíamos que no lo haríamos ninguno de los dos se atrevía a formalizar la fantasía, pero eso estaba a punto de cambiar. A mi esposa la invitaron a una fiesta