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Carlos viaja a España a ver a Carolina, su tía, y a conocer a su hijo, pero no lo hace solo sino que viaja acompañado por Ana, hermana de Carolina y madre suya.
Mi tía Carolina, después que acabamos, me dijo: “Vení vamos a lavarnos que estas oliendo a mí y dentro de un rato vendrán tus padres y viéndote sin pañal y sintiéndote mi olor se van a dar cuenta de lo que pasó, y la verdad lo último que quiero es que se entere mi hermana”.
Si no lo hubiera escuchado decirme cuanto estaba disfrutando de tenerme ensartada hubiese pensado que no era su poronga la que me llenaba el orto, pero al ser solo su voz y la de mi madre las que escuchaba no dudaba que así fuese.
Patricia goza de su hermano, pero siente como una dura verga, la de su padre se restriega contra su cara y... caliente como es no puede resistirse a...
Después de descargar su leche en mi concha, su pija continuó dura como una roca, por lo que yo procedí a chupársela a fin de no dejar ni una sola gotita de su leche en su pija para que no se diese cuenta de lo que había pasado.
Casi se desmayó al ver que era su hijo quien se la había cogido; no le salían las palabras de la boca, se atragantaba con ellas, pero yo le dije: “Tranquila que si fue con Mario, fue para que no salga de esta casa, además que mejor que te coja el hijo del hombre a quien amas y al que nunca...
Patricia gusta de un chico y, estando sola en su casa, decide entregársele. Cuando lo está haciendo, en el momento que exhala un grito, su hermano que había llegado va a ver qué ocurre y...
Silvana, viendo lo cansado que esta, le ofrece a su hermana que su hijo Darío se quede alguna noche en su casa pues la misma le queda más cerca de donde trabaja y de donde estudia, pero...
Habían pasado ya 10 meses desde que la conocí a Marcela, ya habíamos tenido sexo en su casa y en la mía, ya lo habíamos hecho por cuanto agujero ella tenía, ya sabíamos muchas cosas el uno del otro en lo referente a nuestros gustos, tanto en la cama como fuera de ella.