Alvaro G. Suese tiene publicados 12 relatos que han recibido un total de 106.815 visitas, con una media de 8.901 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 83 y la valoración media (9,33).
He saboreado tus labios; he bebido de tus jugos; he sentido tu carne fundida con la mía en un solo cuerpo, en una sola alma; he gozado con tus caricias cariñosas, cargadas de un amor ilimitado; he mirado a través de tus ojos buscando esa verdad eterna que tan solo tú escondes
Permite que la noche acaricie tu cuerpo desnudo con sus manos asedadas y lujuriosas. Que las estrellas te miren sin recato recreándose en tus curvas, en tus formas. Que las esquinas, calladas y misteriosas, oculten para siempre todas tus dudas, tus miedos, tus silencios
Te imagino desnuda, con tu cuerpo sudoroso y suave como la seda. Quizás deseo estar ahí, a tu lado, rozándote o simplemente tocándote con mis manos, acariciando tus senos, tu sexo, dejando que tus fluidos se deslicen lentamente por tus piernas mientras tú sueñas con el gran polvo salvaje
A los pocos instantes, Helena hizo acto de presencia. Gateando, sujeta de aquella correa, desnuda, vendada, entró en la sala y fue conducida bajo la mesa. Una vez allí, de forma intencionada, se sumió la sala en una sugerente penumbra
Te imagino desnuda, con tu cuerpo sudoroso y suave como la seda. Quizás deseo estar ahí, a tu lado, rozándote o simplemente tocándote con mis manos, acariciando tus senos, tu sexo, dejando que tus fluidos se deslicen lentamente por tus piernas mientras tú sueñas con el gran polvo salvaje
Volviste a la mesa y tras beber un trago largo de tu copa me pediste que cerrase lo ojos. Después de unos segundos, me cogiste la mano y me entregaste lo que tú misma llamaste “tu regalo”. Aquella tela suave y olorosa me devolvió al universo de ensoñaciones que había vivido ya contigo
Orgasmo tras orgasmo, una y otra vez, gritos, gemidos, placer, deseo. Agachado le succiona el coño, ella orgasmeó como jamás lo había hecho; después con su mano llena su vagina, vuelve a sobrevenir otro terrible orgasmo y así hasta que al final
No muy alta, con aquella melena negra, una cuidada silueta, con unos incipientes pechos de pezones pequeños, totalmente depilada, con su cuerpo mojado por el agua de la ducha y vestida con la mínima expresión de un tanga y un sujetador a juego, lo dejó sorprendido por su belleza y su sensualidad
Sabía que bajo las sabanas, donde estabas arrebujada, tu cuerpo desnudo transmitía esa sensación de infinito deseo que emana de tus bellos ojos y de tu rostro de ingenua dama angelical.
Sabía que muchos hombres habían gozado de su cuerpo, de sus favores, de sus caricias. Unos en la vida real y otros asomados a aquella ventana de fantasía. Hombres que se habían visto complacidos con los regalos de aquella hembra
La mulata comenzó a comerle el coño a su amiga de forma insaciable mientras él la besaba y la lamía por todas partes. Luego fue ella quien empezó a mamar la polla de la travesti en tanto que esta se la mamaba a él colocado de rodillas sobre su cara