Tita tiene publicados 56 relatos que han recibido un total de 1.053.236 visitas, con una media de 18.808 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 1.173 y la valoración media (9,10).
Este relato corresponde a la época en la que deseaba sentirme bien, pero no sabía qué me faltaba. Andaba yo por los treinta años, casada con Saúl, un hombre que atendía mis necesidades económicas y las de mis hijos, pero yo estaba segura que no me amaba pues no me sentía el centro de sus atenciones
Esta es una narración que trató de ser real, pero, sin duda, está mezclada con algunas fantasías ya que durante más de tres décadas de lo ocurrido nunca anoté algo al respecto y sólo recordaba para masturbarme, pero como a veces era muy reiterativa, al concluir mis ratos de lujuria dedicados al
Hace ya más de 30 años trabajé en el equivalente a una casa de cultura patrocinada por el gobierno federal, en Coyoacán, pues requería demostrarme a mí misma que era capaz de sostenerme y, por qué no, llegar a ser independiente de Saúl, mi esposo. A los pocos días me enredé con Leandro, un compañero
Los cuatro estábamos desnudos y tal cual, era un intercambio de parejas. Eduardo y yo, tomados de la mano, veíamos azorados el cortejo que se daba frente a nuestros ojos. No cabía duda, nuestros cónyuges estaban enamorados entre sí, ¡sólo faltaba que hablaran de su futuro en nuestras narices!
Descolgué el teléfono de la casa y escuché la voz de Adriana quien con un tono muy amable me preguntaba por mi salud y me invitaba a que tomáramos un café en su casa ‘mañana o el día que tú quieras, amiga’
—¡Ah, Tita, te envidio por el esposo y los amantes que tienes! Entre ellos, mi esposo, no creas que estoy ciega. Se nota una gran cordialidad entre todos ustedes. —me confesó Adriana intempestivamente
Volvamos con Moisés. Un exiliado en México por cuestiones políticas, raza afro, dirían hoy, entonces decíamos simplemente negro. Alto, cercano al 1.80 metros, delgado pero con los músculos muy marcados
Una historia más de mis infidelidades causadas por mi ninfomanía. Para quienes no me conocen, pueden leer mi saga “Ninfomanía e infidelidad” que consta de 19 relatos. En éste, ubíquenme a los 29 años, en 1979. Con mi cuerpo en pleno esplendor y sumamente bella (perdón por la falta de modestia).
El estado en el que actualmente nos encontramos. Yo la titularía “A mí no me gusta tener cuernos”. Obviamente mis tetas no son lo que antes fueron, pero quienes las disfrutaron entonces siguen amándome, principalmente mi esposo (¡gracias, cornudo, te amo!).
La atracción fue mutua, el clásico flechazo de Cupido. Él estaba dirigiendo al equipo de meseros en la fiesta de recepción que le daban a mi papá los familiares y amigos. Vestido con frac negro, camisa blanca y corbata de moño guinda, bigote espeso y bien recortado se distinguía de los demás
En el relato anterior, ver “Ninfomanía e infidelidad (9)”, platiqué la primera de las folladas del día en que me tiré a mis tres amores, uno tras otro. ¡Continuamos…!