Seguro que el cabronazo de Luis, le había contado algo a Felipe de lo que hicimos en su dormitorio, porque el colega no dejó de mirarme todo el tiempo que estuvimos en la piscina, provocándome, mirándome el paquete, y como dándome a entender, que sabía lo de la follada.
Me estaba dando por el culo, mientras con sus manos se aferraba a mis caderas, y con su boca, me besaba la espalda, luego con una de sus manos, me agarraba la polla, haciéndome una suave paja.
Me dio por el culo, me hizo gozar, luego me utilizó. Como vio que dudaba, me echó mano a la cabeza empujándola hacia su polla, me dijo, pruébala, ya verás cómo te va gustar, verás que bien sabe.
Le pregunté a ese hombre tan cariñoso si podía fantasear con él y me dijo que sí, que se quemaría en mi hoguera y desearía quedarse dentro de mí para siempre.
Hacía varios días que no iba al gym, no quería encontrarme con Kike. Se que él estaba dispuesto a más y yo no tenía muy claro lo que quería en ese momento, aunque mis deseos por él eran cada día mayores. Mi miedo continuaba, pero la curiosidad por probar era mayor.
Un día me llevó a un hermoso hotel y estuvimos como tres horas las que utilizamos completamente, me penetró por la boca mientras chupaba mi vagina y luego por mi culo al que serruchó casi hasta destrozarlo luego me pidió que me girara y tomándome de mis nalgas me acabó adentro con toda su furia.
El día de hoy, estoy más caliente que nunca. Me voy a arreglar muy guapo y a lavar perfectamente mi culito. Sólo quiero ligarte a ti, un activo cariñoso, “grande” y aguantador. Como deseo que me des una larga, profunda y rica cogida.
Y mientras que con su mano derecha se llevaba mi pene hacia el interior de su boca, con sus dedos mayor e índice de su mano derecha, apretando hacia abajo el sillón, empezó a tocarme una y otra vez mi ano
Me dio mucha tristeza que mi primo-amante me estuviera entregando a aquellos hombres por dinero pero al final disfruté tanto, que después lo repetí por mi propia cuenta.