Con mi lengua en su seno fui bajando la mano hasta sus caderas hasta detenerme en su hermoso trasero por encima de su pantaloncito palpe su vulva es grande no cabía en mi mano...
Me comienza a platicar sobre la infidelidad y a lo que le contexto que me perdonara, pero es que ella me traía loco desde la primera vez que la vi y me llevé sus tangas para olerlas y masturbarme cada vez que podía pensando en ella.
Una señora en toda la extensión de la palabra, un día me la presentó Beto, en la ocasión que lo acompañé a su casa, porque teníamos un trabajo que presentar.
Fue la novia de mi primo desde niños y luego su mujer, había algo porque cada vez que nos veíamos había tensión entre nosotros, que disimulábamos discutiendo y no queríamos llevar más allá por los lazos familiares, pero una vez separados, sabíamos que tarde o temprano esa tensión sexual explotaría.
Jugar con fuego resulta peligroso si no sabes controlar la situación…. Y más, cuando eres una mujer a la que le encanta el sexo y tu novio se ausenta constantemente.
La mujer para ser infiel necesita tener una buena excusa, el hombre, tan solo tener delante una mujer. El eterno conflicto entre ser fiel o ser leal, lo segundo justificó entregarse por amor a su marido, le rompieron el culo, disfrutó haber entregado el “marrón” por una buena causa.
Yo ya no aguantaba las ganas y eso tenía que ser rápido, si no quería que mi madre bajara y nos cortara el momento, así que me incorporé, me levanté la falta, me corrí el hilo a un lado y me senté de espaldas sobre ese pito tan grande y duro.
Tengo 19 años, pero sin desearlo, presencié un encuentro sexual entre mi tía y su novio (omito nombres), fue una noche calurosa que no podía conciliar el sueño, escuche tenues ruidos como risas, quejidos y murmullos que provenían del living.
Nunca antes había sido infiel. Ni tan siquiera me lo había planteado. Claro que, cuando la tentación llega sin avisar, como un soplo de aire fresco, no es fácil resistirse a ella. Este es mi caso.