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Aquella noche tuve una larga discusión con mi mamá. No podía creer que decidiera dejar a mi papá vivir en nuestra casa sin pensar si yo estaba de acuerdo, ¿acaso se le olvidó cómo me madreó y me corrió de su casa? Al menos me enteré de muchas cosas: La golpiza que mi papá le propinó a mi tío después
Caminaba naturalmente por la vía pública, a más de diez calles de distancia de mi casa. Extrañamente, no había mucha gente como era costumbre, pero no le di importancia. Por mi mente solo pasaba el apuesto profesor Lorenzo que me dejó con ganas de garchar
Empezó una nueva semana de trabajo, luego de una semana intensa en la que me acosté con cuatro hombres. Tristemente, me bajó la regla y supuse que sufriría toda esa semana. Lo único que me hacía feliz era que cobraría la jugosa cantidad que valió mis servicios sexuales realizados al juez y a los
La noticia del asesinato del señor Romanin fue bastante impactante para mí. Quise tomar al periódico y leerlo, pero me detuvo un cúmulo de pensamientos que llegaron a mi cabeza. «¿Será que el señor Romanin no pagó mi fianza y lo hizo alguien que me está protegiendo?» fue la cuestión a la que arribé
Ya habían transcurrido varios días con mi celular encendido y no recibía ninguna llamada. No sabía si mi tío ya no quiso insistir o ya me daba por muerta. Aunque, sinceramente, no sabía qué elegir, si estar en esclavitud sexual con mi tío o donde me encontraba en ese momento
Mi tío Marco me estaba llamando. Me ofreció dormir en su casa, luego de saber que mi padre me echó de la casa y acepté. Me cayó una tormenta en el camino, llegué empapada y mi tío me recibió con una toalla, agua caliente para bañarme y comida, pero solo acepté la comida por pena, además de que
¡Qué difícil era conseguir un novio que cumpliera con mis expectativas! ¿Cuáles? Bueno, la única condición que establecía era que fuera un pervertido y estuviera dispuesto a hacerme suya salvajemente
Tenía un novio llamado Rodrigo, contemporáneo mío, ambos teníamos 18 años. Él era muy lindo, pero muy inocente. Me llevaba a su casa para presumirme con su familia, entre los que conocí a Leonel, su hermano mayor por tres años
A continuación, me daré a conocer contestando algunas preguntas generales y otras que seguramente todos los hombres se formulan acerca de las mujeres. Presentación: Mi nombre es Lorena Padilla, para servirte. Nací un 9 de enero de 1997 en mi bello Tequisquiapan, Querétaro, México. Al día de hoy
Versión de Azucena: Mi padre, hablando alteradamente por el teléfono, me exigió darle mi ubicación para que contactara a la embajada del lugar y me repatriara junto con Ingrid. Parecí una insolente al decirle que seguía de vacaciones, como si no me importara el trabajo que había perdido y, en efecto
Versión de Braulio: Lizbeth tenía que ir a su universidad. La vergüenza que pasamos en la casa de sus padres la dejó sin un techo bajo el cual dormir y yo le ofrecí vivir en mi departamento y, por ende, dormir conmigo. Ella no se mostraba apenada, sino motivada a independizarse, aunque su
Versión de Azucena: -Odio los aviones -expresé una y mil veces durante el vuelo hacia Ámsterdam, después de haber hecho una escala de hora y media en la Ciudad de México. Me angustiaba tener que volar por más de 10 horas y no ver más que el cielo y el Océano Atlántico por la ventana, pero tenía que
Versión de Azucena: De perrito y sin condón era la forma en que Iván y Héctor nos estaban cogiendo a mí y a mi mejor amiga, respectivamente, aunque no por mucho tiempo, ya que después de un rato se intercambiaron
Intervención de la narradora: Así es. Justo como lo imaginaron. Lo que sucedió fue que Erick adquirió uno de los departamentos que quedaban de aquel edificio y por los benditos azares del destino, Azucena y Braulio vivirían demasiado cerca. ¿Qué tan cerca? Braulio se encontraba en el primer nivel
Intervención de la narradora: Braulio abrió la puerta del baño. Azucena se hallaba sentada en la tina y al ver la sombra detrás de la cortina de baño la recorrió. Ambos se quedaron mirando. Ella sonrió insinuante y lanzó la invitación
Intervención de la narradora: Dentro de sí, Azucena sintió quebrarse en pedazos. Lamentó mucho que prácticamente ya no habría otro día disponible antes de la boda para entregarse a la lascivia con su hermano. Sin embargo, ella lo abrazó y le exteriorizó una falsa alegría
Intervención de la narradora: La noticia de Braulio desató un profundo silencio. Azucena estaba perpleja mirando fijamente su taza de café. Angustiadamente, dio rienda suelta a su interrogatorio
Intervención de la narradora: El resto de la semana fue normal para los hermanos. Azucena se quedó encerrada en su recámara todas las mañanas para no interrumpir la rutina y las clases que impartía Braulio. Incluso, un día Braulio tocó la puerta de Azucena antes de las 10 de la mañana y preguntó si
Versión de Braulio: Supuse que fue mi imaginación haber oído el sonido de la puerta principal. Después de unos minutos no volví a escuchar otro ruido, así que me tranquilicé y continué follando con Lizbeth
Intervención de la narradora: Sé que resulta aburrido cuando una novela se salta todo lo que ocurre en determinado tiempo. Por eso, decidí resumirles lo acontecido después de un año y ponerlos al corriente, ya que no tiene mucho sentido detallarlo