Relatos publicados por dont343 (53)

Me has puesto muy burro mirándome de esa forma... así que ¡tú, te lo has buscado!

Emilio tuvo que hacer un dribbling más, y disculparse con él.

-¡Joder, que buena sesión! ¿verdad? -¡Ya te digo! Le tenía unas ganas…

Dile a tu amigo Alex, que hoy no voy a poder entrenar ¡eh! No me encuentro ni medio bien.

¡Ahí va la madre que me parió! Ahora resulta que también le gusto a los niñatos.

¡Precioso!... te vamos a follar hasta que pidas socorro.

Se quedó quieto, mirando, sin atreverse a nada. No podía moverse.

Sin que Emilio se lo propusiera, había llegado puntual a la cita nocturna.

Al llegar a la playa, vio a Santiago con sus amigos, que estaban sentados en la arena y protegidos del sol por una sombrilla bastante grande.

—¡Toma, precioso!, que te voy a dar de comer para todo el mes.

Y así, cenamos de una vez ¿no?

Entré en la habitación con él y le ayudé a acostarse...

Después he sabido que él, por su parte también trabajaba para que nos conociéramos y, por eso voy a relatar esta historia como continúa.

Y al darme la vuelta para ver lo que me rodeaba, vi que el rio todavía seguía ahí.

¡Mírala y ábrela! ya verás que bien huele.

Era inevitable mirarle...

¡Pasad!... que, se escapa el gato…

Y, poco a poco, tanto, Tomás, como yo, conseguimos relajarnos lo suficiente.

No quería que nada turbase nuestro encuentro.

¡Claro, joder!... a mi gustan los tíos… igual que a ti ¿no?… o, crees que me chupo el dedo.

Bueno, supongo que te habrá llamado la atención, el hecho de que te haya dejado tocarme el culo, mientras pedíamos ¿no?

Al entrar, vimos en un rincón, junto a la puerta de la terraza, a un grupo de tres personas, todos hombres de, al menos, cincuenta años, diría yo; pero de muy buena planta, como diría mi abuelo.

Después de comer, le he dicho a mi abuelo que había quedado con un compañero de clase para ir a la biblioteca, pero he ido a su casa.

Hasta que el chico se abandonó a sus manos, y echando la cabeza hacia atrás, le dio plenos poderes sobre su cuerpo.

Ella sabe a qué hora llega el tren y no debe sospechar nada.