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Que bien me levanté ayer, había dormido toda la noche de un tirón. Salí a la calle sintiéndome a gusto conmigo misma, se me notaba en el rostro por las miradas que me dedicaban los demás transeúntes. Mi ropa no podía ser más sexi
Estoy viviendo emociones desconocidas hasta hace muy poco. Ser una Ama con tan solo veintitrés años y dominar a varias sumisas mayores que yo me está cambiando, hago con ellas lo que quiero y eso les gusta y a mí me encanta que les guste, y en eso estoy ahora.
Es tan guapa y tan dispuesta al hablar que me pongo húmeda solo con verla. Me propuse seducirla, importándome poco que fuera heterosexual y que tuviera novio. Quería chupárselo y que ella me lo chupara a mí; aunque para conseguirlo tuviera que hacer feliz, un poquito, a su novio.
No es el único padre de una amiga que me ha penetrado, no. Sus miradas lo delataban, su amabilidad lo anunciaba y su pene duro me lo confirmó: el padre de mi amiga me quería follar, ¡y me folló!
Rozarme con la chica del bus fue despertar sensaciones lésbicas ocultas en ella, una joven mujer casada llamada Adela. Aún no ha acabado, o puede que sí
Hace ya cuatro años y lo recuerdo como si fuera ayer, todo comenzó como un juego, pero sentirme dominada fue algo muy especial para mí. Mi amiga disfrutó viendo a su madre azotarme con su chancla, pero no vio el deseo y el ímpetu de su padre penetrándome
Ella me miraba con deseo, bajando la vista si la sorprendía con sus ojos clavados en mí. Alicia es muy vergonzosa, tendrá unos veintitrés años como yo, pensaba. Ella me gusta mucho y antes de acabar el curso la convencí de jugar a hacer la tijera las dos, como un juego travieso y erótico
Fui al cine con dos amigos y, como un juego para mí, les hice una paja a los dos a la vez; ¡aún me emociona mi morbosa decisión!, y como ocurrió. Se llaman Pedro y Juan y son muy buenos conmigo, y entre sí. Los dos, por separado, me habían propuesto salir con ellos y yo les había dicho que no...
Aquel día sentí un deseo muy primitivo de desnudarme y provocar a los tres jóvenes que me acosaban con la mirada descaradamente desde la mesa de al lado. No sentí vergüenza, al contrario, deseaba ser más descarada que ellos y saborear la sensualidad en mi cuerpo de una forma vulgar.
Decidí ganar algún dinerillo para tener más independencia y no pedírselo todo a mis padres, para conseguirlo puse un anuncio en internet: Joven de veintidós años se ofrece para dar masajes tántricos, máxima relajación; en hotel o domicilio
Todas mis compañeras de piso querían tener una experiencia lésbica y, al saber que yo era bisexual, quisieron tenerla conmigo. Yo les propuse tenerla todas juntas.
Mi vecina Rosa es una mujer muy tierna y muy amable. Somos amigas íntimas desde el invierno pasado, desde una tarde en la que le acaricié el coño bajo su mesa, estando junto a su marido; sin saber él que la estaba tocando en su presencia.
Deseaba hacer un viaje a la aventura hasta Holanda, nada de avión, lo deseaba haciendo autoestop. Encontré un camionero maduro, que no solo me llevó gratis en su camión, sino que también me penetró como el mejor de los amantes; nunca lo olvidaré.
Desear a mi amiga me llevó a desear también a su novio. Él a su vez se sintió muy atraído por mí. En una casita en la montaña me ofrecí a mi amiga para salvar su relación. Al final fui usada por los dos para liberar sus deseos sexuales, me gustó.
La hermana de mi medio novio Rafa, es más joven que yo, es sensible y muy bonita. Tiene 19 años. Rafa es un ligón, yo soy bisexual; pero él no lo sabe. Dentro de poco tiempo lo dejaré. Una travesía por el mediterráneo y dormir en el mismo camarote que su hermana fue una experiencia única.