Relatos publicados por Lobo Feroz (109)

El deseo supera todas las barreras, la hija de mi pareja me hizo perder la cordura

Después de la fiesta, Sofy, se quedó a dormir en medio de sus tíos. Todos algo ebrios, sexo y deseo a full

Me propuso que buscara en ella la “contención emocional” y la tuve la semana siguiente que su hija estaba ausente

Una mujer, soltera y con muchas ganas, ve en mí a su mejor amante en una relación que rebasó el deseo y la pasión

Esta es una historia culposa, tan prohibida como lujuriosamente deseable. La relación sexual del señor maduro seducido por la sobrina. Ahora sobrina y amiga aceptan ser putitas sumisas de su amo.

Esta es una historia culposa, tan prohibida como lujuriosamente deseable. La relación sexual del señor maduro con su apetecible sobrina, hecho repetido por miles en la sociedad actual, la aceptación de la joven no redime el pecado de lujuria que solo puedo confesar en este ámbito.

Esas vacaciones serían las que marcaron mi vida adulta, la tía me hizo hombre, yo la hice mi mujer. Dos meses de sexo a todo dar, durante ese tiempo fue maestra ejemplar, yo su mejor alumno que puso toda su energía dentro para llenarla de amor y darle todo el sexo.

El marido le propuso seducirme para conservar el empleo. Despertó mis deseos más ardientes, yo sus fantasías más lujuriosas. La excusa perfecta para el sexo. Si tenemos ganas, unas horas extras para el marido nos permiten coger sin problemas. Esta primera vez fue súper.

Es una historia como muchas, el señor mayor, jefe de una consultora, joven profesional lo sorprende en una situación de sexo con una empleada. Esa situación fue la piedra angular de un encuentro que se transformó en lujuria al rojo vivo, sin compromisos, solo sexo.

Vecinos de mesa en el bar donde desayunamos los sábados, ella con su “abuelo”, la codiciaba, y eso de cuidado con lo que deseas… El “abu” era su amante, falleció. El deseo se hizo realidad, esta pendeja que pervirtió mis bajos instintos, una lolita genial.

El hombre elige, pero es la mujer quien decide con quien dejarse hacer el amor. Maritza me deseaba, cuando la tomé por asalto, sabía a qué y para qué venía, deseaba el sexo con un maduro, cogida salvaje, necesitaba sentirse bien puta.

Marit y el Lobo Feroz son pareja sexual. Nos gusta el juego de roles, por eso el M y su P, una fantasía que se hizo carne cuando ella leyó un relato de él, ahora nos gustó comentarlo y que nos compartas tu experiencia de disfrutar del sexo con un maduro.

El señor maduro realizó el llamado, ella responde, ambos se necesitan y completan en el disfrute. La diferencia de edad aportan experiencia y ansiedad, vasos comunicantes para el deseo por el sexo. El hombre maduro necesita juventud, ella su experiencia en hacerla gozar.

Esta es una historia de sexo intrafamiliar, tentaciones de la carne, trampas del deseo, no pude sustraerme a la tentación del pecado, necesidades insatisfechas, la pasión nos quemaba a fuego lento, ese era el momento, encendimos la hoguera y nos quemamos en el delirio irracional del sexo.

Tuve sexo con la sobrina de mi amiga. La tentación por tenerme desató su pasión desenfrenada, me acosó enviando mensajes y selfies para vencerme, resistí estoicamente, hasta que jugó a la sorpresa, venció mis reservas morales y su pasión me arrastró a poseerla. Pecamos maravillosamente.

La bondad no enamora, el pecado es afrodisíaco. Mi cuñada una esposa “malco”, ahora es una mujer completa, pudo descubrir que su marido la hizo feliz, pero yo la hice sentir bien mujer, ahora “tu” mujer dijo orgullosa de ser parte del mismo pecado: el deseo y la pasión.

Existen historias con sexo y sexo con historia, esta es de sexo con historia de vida, un “revival” del sexo que rescató la historia que pervive entre los sentimientos, el deseo que ha renacido cual ave fénix entre las cenizas del pasado y motivo del presente relato…

Miré en lo profundo de esa mujer para descubrir sus prohibidas fantasías, escondidas bajo la piel de señora respetable, descifrar la clave, abrir el cofre de sus deseos y atreverse a volar en la fantasía que la acosa en la soledad de sus sueños, mi placer.

Con la inocencia y el desenfado de sus dieciocho añitos llenos de sensualidad buscó la experiencia del hombre maduro para estrenar su paso de niña a mujer, dijo: Papito ábreme toda, ¡soy toda para ti!

La conquista puede ser un hecho casual, pero solo se les concreta a quienes lo hacen un hecho causal. La pendeja conserva la virginidad entregando el “marrón”, aunque después también entregó el virgo.

La necesidad de la secretaria fue la satisfacción del jefe que pudo hacerle sentir el rigor de un macho, dejarla tan satisfecha que le hizo fama entre sus íntimas y éstas quisieron probar si era tanto como decía. Cría fama y tendrás más hembras…

En la despedida de la permisiva adolescencia, Claudia era la tentación, el fruto prohibido para hincarle el diente, bueno lo que le hinqué fue mi bruta erección para buscar cobijo en su sexo ardiendo en una brutal calentura.

Ella necesitaba conseguir empleo para su marido, fue secretaria y “algo más” para el jefe, pero éste era un adicto al sexo y portaba una verga feroz, ella se aguantó con dolor y placer ser sometida. Sexo con gusto… también mortifica.

Dos personas maduras con necesidades sexuales insatisfechas por sus parejas, se encuentran y pueden completar esa carencia. Relación de sexo a full, calmar esa lujuria que los domina y todo en paz.

Es una historia incestuosa, de sexo, pero sobre todo amor. La joven se guardó para su tío, buscó el modo de seducirme, de hacerme suyo, quería sentirme en su carne, la razón se ahogó en la lujuria pasional.