Nuevos relatos publicados: 13

Relatos publicados por LilithDuran (69)

LilithDuran tiene publicados 69 relatos que han recibido un total de 1.402.372 visitas, con una media de 20.324 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 1.612 y la valoración media (9,69).

de 3 «

¡Hijo, me tienes harta!

María entró aquella mañana por tercera vez en la habitación de su hijo. Abrió la puerta con ganas y vio que el joven seguía tumbado en la cama, hecho un verdadero bollo con las sábanas.
  • 70
  • 92.523
  • 9,38 (29 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas: Tercera etapa (Fin)

Parados al lado de la puerta, ambos se miraban con timidez. Había sido apoteósico, a Mari sus piernas todavía le flaqueaban y seguirían así el resto del fin de semana, con Sergio era muy similar, se sentía en una nube de la cual no podía bajar. Sin embargo, de nuevo esa sensación de estar haciendo
  • 20
  • 15.227
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (20)

—Es el nombre que me pusiste.
  • 38
  • 13.260
  • 9,83 (6 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (19)

Parecía que se avecinaba mal tiempo, la temperatura bajó drásticamente y las nubes que en principio se veían amenazantes, ahora eran una alarma de tormenta. Después de comer, ya dentro del coche escucharon el primer trueno. Carol se acomodó en el asiento con su tripa algo llena, le gustaba ver
  • 26
  • 13.440
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (18)

En la terraza del hotel, Carmen se tomó un café de buena mañana mientras observaba las vistas. Prefería no pensar en la tarde anterior, aún tenía ciertos espasmos en las piernas y la conducción se le había hecho un infierno.
  • 14
  • 14.233
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (17)

Un joven en pijama con el pelo revuelto y pintas de no haberse duchado en todo el día le abrió la puerta. Su barba de una semana, aunque apenas incipiente, le hizo saber a Carmen que el chico estaba tomándose en serio el estudio, pero no estaba allí para hablar de eso.
  • 18
  • 12.799
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (16)

Cuando en la distancia, la puerta de la que siempre había sido su casa se cerró, Sergio sintió un escalofrío profundo en la residencia de estudiantes. Sintió que un insecto le subía por la espalda a toda prisa hasta llegarle al cuello y morderle con fuerza. Su cuello se movió por instinto, girando
  • 19
  • 14.849
  • 9,83 (6 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (15)

La semana transcurrió ajetreada, el jueves Sergio tenía que hacer un parcial y apenas salió del cuarto para lo básico. Incluso denegó en repetidas ocasiones la entrada a Carolina que le incitaba a beber con varias latas de cerveza.
  • 13
  • 12.089
  • 9,60 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (14)

Lejos, muy lejos de los gritos contenidos de Mari, después de un buen día, su hijo volvía a la residencia universitaria junto a Carol. Se lo habían pasado en grande, luego de ver a su madre, las conversaciones con su amiga le hicieron olvidarse de los temas que le preocupaban, y al final, acabó por
  • 17
  • 14.191
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (13)

El sábado no perdió el tiempo. Después de estudiar por la mañana, llamó a la tarde a la puerta de Carol. Estaba realmente ilusionado y no sabía muy bien el motivo, simplemente iba a dar una vuelta con su amiga, nada más. La pregunta que no se atrevía a hacerse, era si por ejemplo hubiese sido Javi
  • 22
  • 19.339
  • 9,80 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (12)

Mari comenzó a trabajar la semana después de lo que ella denominaba “el incidente”. El tortazo a su hijo le había dolido en el alma, cada vez sentía más dolor en su mano como represalia del golpe que dio. Sin embargo, su mente se paraba más en el posible error que había cometido.
  • 20
  • 14.299
  • 10,00 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (11)

Sentado en el parque de al lado de la residencia, pensaba en el dinero que le quedaba para subsistir aquel mes. Ya le había dado su parte a Marco y este le había dejado las llaves y guiado por el pequeño cuarto. No había mucho que ver, era idéntico al de Javi, pero personalizado a su manera. Aunque
  • 14
  • 13.235
  • 9,70 (10 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (10)

La amenaza de la mujer, por supuesto se mantuvo al día siguiente y a Sergio no le hacía falta ninguna palabra para saber lo que tenía que hacer. Después de la universidad hizo la maleta dejando a cada uno que le preguntaba con una cara totalmente de estupor, igual que la suya…
  • 11
  • 13.807
  • 9,57 (7 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (9)

A la mañana, Sergio se levantó totalmente repuesto del cansancio acumulado. El sueño había sido reparador y pensar que tenía clases en la universidad por primera vez le animaba. El caso era pasar el menor tiempo posible en casa, todo el tiempo que trascurriera fuera por el momento era una victoria
  • 21
  • 14.466
  • 9,71 (7 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (8)

Mari separó sus parpados con suma pesadez, sentía que había dormido miles de horas, pero cuando miró el móvil se dio cuenta de que solo eran las diez de la mañana. Puso un pie en el suelo y se quedó con la mirada perdida en la blanca pared, como siempre hacia al despertar, no pensaba en nada.
  • 17
  • 14.451
  • 10,00 (5 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (7)

Mari soltó la mano de su hijo, era suficientemente mayor para apañárselas solo. El joven movió los dedos con calma, primero masajeando la zona exterior, comprobando que el apurado del afeitado era exquisito. Sus dedos ya pringados por la sustancia que su madre no paraba de expulsar hicieron el
  • 18
  • 17.013
  • 9,61 (18 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera Etapa (6)

Mari se miró por última vez en el espejo del baño. Su pelo estaba recogido en una pequeña goma con una coleta de la cual alguna gota rebelde todavía se deslizaba. El camisón nuevo se había pegado a su piel como una capa de seda y le dejaba al aire tanto los brazos como los hombros y… un ligero
  • 12
  • 13.530
  • 9,65 (17 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera Etapa (5)

El teatro era magnífico, una obra que no pasó de largo para el asombro de los dos. Entraron pronto, eran cerca de las siete y el lugar estaba a la mitad del aforo. Con calma buscaron los baños, ambos hicieron sus necesidades para estar vacíos por si la llamada de la naturaleza aparecía en medio de
  • 19
  • 12.435
  • 9,64 (11 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (4)

Una vez dentro de la habitación, primero se vistió el joven con algo de prisa, dejando a su madre el baño libre para que hiciera lo mismo. Por mucho que deseasen lo mismo… un paso más en su relación, parecía estúpido que no se permitieran verse con menos ropa. Era algo curioso, pero los dos sentían
  • 10
  • 13.080
  • 9,78 (9 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (3)

Mari totalmente quieta, como si estuviera petrificada, miraba como su hijo recorría el camino al baño. En su mano llevaba la ropa de cambio, aunque no reparó en aquello, solo en que en nada estaría bajo la ducha.
  • 14
  • 13.114
  • 9,61 (18 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas. Tercera etapa (2)

Aparcaron en el parking del hotel, un suplemento gratuito y del todo práctico. Sacaron sus dos maletas en silencio, teniendo la misma conversación que habían tenido desde que Mari decidió cerrar los ojos, ninguna.
  • 15
  • 13.633
  • 9,65 (17 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas: Tercera etapa (1)

Dani introdujo la maleta de Mari en el viejo coche de su hijo. Cabía de maravilla, solamente irían a pasar una noche fuera. Llevaban lo imprescindible, aunque la mujer había metido algún que otro modelito para no ir con lo justo.
  • 17
  • 19.904
  • 9,71 (24 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas: Segunda etapa (Fin)

Carmen todavía era reacia a vender la casa de su madre y seguía yendo de vez en cuando a adecentarla. Se mantenía bastante bien y estaba para entrar a vivir, salvo por los muebles, que obviamente estaban pasados de moda, como diría su marido, “las casas de antes no son como las de ahora”…
  • 21
  • 17.499
  • 9,70 (10 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas: Segunda etapa (18)

La espera para Sergio fue eterna, la palabra terrible se quedaba corta. Cada día, pensó en su tía, desde el lunes hasta el propio viernes solo había una mujer en su vida. Trataba de no salir de la habitación, pero con solo ver películas no se le calmaba el apetito voraz que había cultivado. Toda esa
  • 16
  • 14.707
  • 9,69 (13 Val.)

Aventuras y desventuras húmedas: Segunda etapa (17)

Salió más relajado de la ducha y con una sonrisa de oreja a oreja. Con el pijama puesto se acercó a la sala donde se encontraban sus padres. Divisó un rato una serie de la cual ni siquiera tenía conocimiento, pero que sus padres veían con atención y esperó a que el capítulo terminase.
  • 17
  • 14.315
  • 9,50 (12 Val.)
de 3 «