Fernan tiene publicados 47 relatos que han recibido un total de 2.099.604 visitas, con una media de 44.672 visitas por relato. El total de valoraciones recibidas es 1.755 y la valoración media (9,11).
Yo necesitaba ahora saber que se sentía que mi pene entrara en una mujer, porque hasta ese momento solo era de masturbarme, así que a estas alturas ya no me interesaba nada ¿Si se despertaba o no? Estaba como poseído por la calentura del momento.
No me pude contener y temeroso pero excitado posé mis manos a la altura de su rodilla, lentamente fui subiendo por su pierna hasta llegar al borde de la falda que se encontraba en la mitad de su muslo.
Asintió con la cabeza y se puso de espaldas y paró el culo, me arrodillé y con mis manos separé sus nalgas y pasé mi lengua por su ano, que poco a poco se iba dilatando, le abrí mas las piernas y le pasé mi lengua desde su rico ano, hasta su raja, la giré y le comencé a lamer su rica vagina....
Me acerqué a ella y poniéndome detrás, la abracé con una mano por la cintura y la pegué a mí, mientras que con la otra mano masajeaba sus muslos y su vientre.
Salí junto con Vanessa de aquel lugar misterioso, viajábamos en una camioneta roja polarizada y algo alta, ella concentrada en el manejo giró su cabeza ante mi y me dijo: relájate que a partir de hoy tu vida cambia y esperemos que para bien
...al asomar la vista, observé a aquellos hombres de antes, los cuales ahora abusaban de la joven, uno de ellos la sostenía tapando su boca, otro se mantenía justo al lado de la joven con su miembro fuera y masturbándose...
—a ver, te voy a explicar una cosa, por ti cancelé mi vida de lujos, por ti me he visto limitado a tener sexo con cuanta mujer se me atraviesa, y por ti es que tengo tremenda erección que me hace romper casi los pantalones.
Pasaron las horas y entre alcohol, música y el buen ambiente, cayó la madrugada, el agua la había repartido, pero sin darme cuenta un poco fue dirigida a la hermana de mi amigo, la cual celebraba ...
Tomé a la primera chica y la subí a mi carro en la parte trasera, y acto seguido hice lo mismo con la otra, una vez dentro, cerré la puerta y me acomodé en medio de las dos...
Este año mi cuñada se quedó sin trabajo y mi mujer me insistió para que durante la semana que íbamos a pasar con ellos, aprovechara para dejar el trabajo a un lado...
Pasamos cerca de una hora acomodando cajas y papeles, en eso soltó su cabellera y la alborotó, hablamos durante un rato, pero yo no podia dejar de mirar ese mayon que dejaba ver un calzoncillo algo pequeño y muy ajustado