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—Ah eres terrible Javier y no sé porque te podría echar si hasta ganas me has dado de comerte todo, seria por la única razón que te echaría de acá es que fueras malo en la cama que es a donde me gustaría estar contigo. —Ay muñeca hermosa si es a donde más deseo estar contigo.
—La cuestión es que, como te habrás podido dar cuenta, somos muy liberales en el sexo. Y a mí me gustaría saber si a ti te gusta mi marido. De ser así te haría otra pregunta ¿te gustaría que hiciéramos un trio con él?
—Uy mami ese ingeniero está bien re papacito, me extraña que no lo conocieras. —Si esta divino él porquería tengo que buscar la tarjeta que me dio y llamarlo. —Uy si mami yo de ti termino en la cama con él, está como a ti te gustan…
—Y mis amores por que más bien no vamos a su habitación los tres y nos divertimos haciendo cosas más excitantes. —Mamacita lo que ordenes. —Dice el Calixto. —De una preciosa con estas ganas que tengo de comerte toda. —Jajajaja hay don Alberto que cosas me dices, vamos entonces.
—Bueno niños que pena molestarlos pero es mejor que dejen eso, tu esposo ya viene de regreso vístanse rápido. Le pegué su última chupada metiéndome su verga hasta bien adentro sacándomela y dándole un beso en el glande. Lo miré y le dije: —Papacito me encanta tu verga.
—Ahora me toca a mí. Y mordiéndome la boca con mis dientes abrí el resorte de la pantaloneta y se la bajé dejándola caer y descubriendo una enorme y gruesa verga a la que miré fijamente y acaricié con mis dos manos.
—Hola muñeco buenos días. —Hola preciosa. —Mira te presento a mi hija Ana María. —Guauuu hola como estas. Quedó sorprendido de verla desnuda, Ana María se le acercó y agarrándole la verga se besaron en la boca.
—¿De qué te ríes? —Ven muñeco hermoso, ven al cuarto no te preocupes. —¿Tu esposo se fue? —No, está en la cocina. —Pero allá me va a encontrar. Seguía riéndome. —No, tranquilo, él ya sabe que estoy contigo en el cuarto.
Se me acercó, me sonreí, lo abracé besándonos en la boca, levantando mi pie hacia atrás, nos separamos y sus manos abrieron la camisa dejando mis tetas al aire y mostrando mis interiores.
—Bueno tengo que subir a bañarme y tienes dos opciones. Te voy a tener que dejar solo muñeco. O si quieres puedes subir, nos desnudamos, nos metemos a la ducha los dos y así podremos hacer el amor mientras que mi esposo llega ¿te gustaría?
— Dime que no te gustaría mamar esta hermosa polla y te dejo ir. Continúa lamiéndosela, mamándosela. Me acerco arrodillándome. Alcira se la empieza a chupar por un costado dejándome a mi posar mis labios en su glande y suavemente metérmelo a la boca.
Mientras yo bailaba al lado de ellos al compás de la música y mirándolos a cada uno quienes se sonreían al verme morder mi labio inferior. —Bueno queridos ahora yo lo voy a premiar también. Y me quité mi calzón quedando también totalmente desnuda. Haciéndolos chiflar al verme.
Me le acerqué colocando los pezones en su boca dejándolo que me las chupara, mis manos acariciaron su pantalón sobándole la verga. Me incorporé para quitarme el short quedando ya totalmente desnuda, coloqué mis manos en mi cintura y le pregunté…
Danilo nos miraba con sus ojos bien abiertos todavía no salía de su asombro y sorpresa, cuando terminamos con mi hija lo volteamos a mirar, nos acercamos acostándonos a cada lado acariciándole la verga ya flácida.
Daniela se levantó, acercándose a la cama sonriente, por el frente levantó su rodilla y gateando se metió entre los dos, le agarró su verga que lentamente volvía a recuperar su tamaño.
—Habrá algún problema si me baño desnudo. Me volteé a mirarlo mientras me aplicaba el bronceador, él notó como le miraba su verga, y esperó a ver cual era mi reacción.
Y acercándomela al oído de mi esposo le dije: —Además tiene una buena verga. —Pero mami pudiste buscar otro hombre Javi es mi jefe mi amigo y eso me complica la vida. —Y porque te la va a complicar, no seas bobito.
Llegó el viernes y Alejandro ya me esperaba en su apartamento, fueron 5 horas de buen sexo y le conté las fantasías de mi maridito y lo que me gusto fue que él se alegró y me dijo que así yo me podría quedar la noche con él y yo le respondí esta y otras muchas más mi vida.
Y por dentro pensaba en Daniel desnudo en ella. Mi cuerpo comenzó a temblar de la emoción. Le colaboré en su ropa para que mi esposo se fuera pronto. Pedí un taxi que llegó rápido y lo acosé para no hacer esperar al taxista.
– Si me encanta ser deseada y admirada ustedes dos me tenían muy caliente el día de la fiesta y toda la semana estuve imaginándomelos así a los dos clavándome sus vergas.
—¡ah serruchito que rico me encantas papacito! ¡Hazme así déjame gozar tu verga! ¡Dámela toda! —Ah que puta eres Dianita te encanta la verga no cosota hermosa. —si me encanta sigue así ha, ha, ha, ha.
Mi mamá cuando lo conoció quedó encantada. Ya que le decía cosas bonitas y le coqueteaba, le llevó un tremendo ramo de flores y con eso él la mató. Ahí mi madre me dijo que tenía que cultivarlo y que ojalá nunca supiera de nuestro pasado y de lo que hacemos.